El ensayo es un género literario en el que el autor trata un asunto particular desde su punto de vista, con originalidad, profundidad de pensamiento y precisión, en prosa y de naturaleza interpretativa, flexible y en forma breve.
La extensión del ensayo, aunque varía, permite por lo común que el texto se lea, revelando las modalidades subjetivas del escritor.
La palabra ensayo, significa “probar, reconocer una cosa antes de usarla”. Pero, esto no es lo que propiamente hace el ensayista, ya que él no está atento a las pruebas, a las verificaciones de si lo que hace sirve o no sirve, si está bien o mal hecho, realiza un trabajo y lo hace con firmeza, con paso serio y seguro para asentar principios, conformando lo que hace a su particular modo de pensar, sentir y querer. El ensayo se caracteriza por:
· Expresar los puntos de vista personales del autor, en relación con un asunto determinado, es decir tiene carácter subjetivo.
· Tratar un tema que aún siendo muy comentado, se sale de lo común, por la habilidad creadora con que el autor trata y desarrolla; por lo tanto, la presentación del tema, es original.
· Expresar profundidad de pensamiento
· Ofrecer un discurso caracterizado por la precisión.
· Estar compuesto en prosa.
· Ser breve.
· Ser inagotable; es decir, puede ser desarrollado a partir de diversidad de temas.
ASUNTOS, FINES Y UTILIDAD DEL ENSAYO
Asuntos: La gran cantidad y variedad de temas que puedan tratarse en un ensayo, hacen que sea filosófico, artístico, científico o de otra naturaleza. Existen igualmente una inmensa cantidad y variedad de asuntos que pueden ser estudiados y expuestos en un ensayo. Así, se puede decir que todo lo que forma parte de la vida del hombre, en cuanto al plano espiritual, las costumbres, modas, lenguaje, deportes, música, leyes, sentimientos y otros tópicos particulares pueden incluirse como temas para desarrollarlos en ensayos.
Fines: Los fines del ensayo son, específicamente, los de difundir la cultura de un modo atractivo, ameno, elegante y provechoso. Esto supone, una adecuada preparación del autor y del lector para aprovechar la curiosidad e inquietud que el ensayo debe despertar en el público que desea mejorar su formación intelectual y espiritual, recreándose o reflexionando sobre los temas expuestos.
Utilidad: La utilidad del ensayo se circunscribe en la reflexión orientada a la solución de los problemas culturales, sociales, afectivos, políticos o de otra naturaleza, que inquietan al hombre dentro de sus habituales ocupaciones. De ahí que los estudiosos de las artes y las ciencias se presten mutua cooperación para lograr cada quien sus justas aspiraciones en el campo del saber humano. Son evidentes las manifestaciones de la apreciación cultural de un pueblo que rompe las tradicionales barreras de la especialización, que circunscribe, reduce y enquista. El ensayo es útil, porque orienta, prepara y forma con gracia, amenidad y elevación de espíritu del ser humano a partir de sus dimensiones subjetivas.
PLANIFICACIÓN DE UN ENSAYO
En el ensayo, como en todo trabajo donde el orden impone un esquema necesario y útil, debe desarrollarse sobre la base de su estructura interna, que resulte satisfactoria y cómoda, tanto para el escritor como para el lector. El plan del ensayo comprende tres etapas: apertura, exposición y cierre.
Apertura: En esta primera etapa, el ensayista ilustra al lector en cuanto al tema y asunto tratados; la situación actual en la que se encuentra el asunto tratado; la orientación y finalidades específicas de su producción escrita; los aportes dados por otros ensayistas sobre el particular; la importancia del tema; en fin, todo lo que ilustre al lector y disponga su ánimo para una interpretación cabal.
Exposición: Constituye la parte esencial del ensayo, pues en ella el ensayista entra de lleno a tratar el asunto propuesto con todo cuidado, analizando, comparando, escudriñando, criticando, relacionando sus apreciaciones con otras ya establecidas, de modo tal que todo se estructure sobre la base de sus personales y subjetivos puntos de vista en relación con el tema desarrollado.
Cierre: Finalmente, recorrido el camino de la exposición, el ensayista llega a la enunciación de sus particulares conclusiones sobre el asunto tratado, interesando al lector para que a la vez haga sus apreciaciones personales, prolongando y difundiendo así la cultura en forma noble, eficaz y amena.
Ante esta dinámica y las características anteriormente expuestas, es innegable que el ensayo es un género literario que promueve la libertad de pensamiento porque se configura a partir de la subjetividad de quien escribe. Por ello, su forma y su extensión son abiertas.
La extensión del ensayo, aunque varía, permite por lo común que el texto se lea, revelando las modalidades subjetivas del escritor.
La palabra ensayo, significa “probar, reconocer una cosa antes de usarla”. Pero, esto no es lo que propiamente hace el ensayista, ya que él no está atento a las pruebas, a las verificaciones de si lo que hace sirve o no sirve, si está bien o mal hecho, realiza un trabajo y lo hace con firmeza, con paso serio y seguro para asentar principios, conformando lo que hace a su particular modo de pensar, sentir y querer. El ensayo se caracteriza por:
· Expresar los puntos de vista personales del autor, en relación con un asunto determinado, es decir tiene carácter subjetivo.
· Tratar un tema que aún siendo muy comentado, se sale de lo común, por la habilidad creadora con que el autor trata y desarrolla; por lo tanto, la presentación del tema, es original.
· Expresar profundidad de pensamiento
· Ofrecer un discurso caracterizado por la precisión.
· Estar compuesto en prosa.
· Ser breve.
· Ser inagotable; es decir, puede ser desarrollado a partir de diversidad de temas.
ASUNTOS, FINES Y UTILIDAD DEL ENSAYO
Asuntos: La gran cantidad y variedad de temas que puedan tratarse en un ensayo, hacen que sea filosófico, artístico, científico o de otra naturaleza. Existen igualmente una inmensa cantidad y variedad de asuntos que pueden ser estudiados y expuestos en un ensayo. Así, se puede decir que todo lo que forma parte de la vida del hombre, en cuanto al plano espiritual, las costumbres, modas, lenguaje, deportes, música, leyes, sentimientos y otros tópicos particulares pueden incluirse como temas para desarrollarlos en ensayos.
Fines: Los fines del ensayo son, específicamente, los de difundir la cultura de un modo atractivo, ameno, elegante y provechoso. Esto supone, una adecuada preparación del autor y del lector para aprovechar la curiosidad e inquietud que el ensayo debe despertar en el público que desea mejorar su formación intelectual y espiritual, recreándose o reflexionando sobre los temas expuestos.
Utilidad: La utilidad del ensayo se circunscribe en la reflexión orientada a la solución de los problemas culturales, sociales, afectivos, políticos o de otra naturaleza, que inquietan al hombre dentro de sus habituales ocupaciones. De ahí que los estudiosos de las artes y las ciencias se presten mutua cooperación para lograr cada quien sus justas aspiraciones en el campo del saber humano. Son evidentes las manifestaciones de la apreciación cultural de un pueblo que rompe las tradicionales barreras de la especialización, que circunscribe, reduce y enquista. El ensayo es útil, porque orienta, prepara y forma con gracia, amenidad y elevación de espíritu del ser humano a partir de sus dimensiones subjetivas.
PLANIFICACIÓN DE UN ENSAYO
En el ensayo, como en todo trabajo donde el orden impone un esquema necesario y útil, debe desarrollarse sobre la base de su estructura interna, que resulte satisfactoria y cómoda, tanto para el escritor como para el lector. El plan del ensayo comprende tres etapas: apertura, exposición y cierre.
Apertura: En esta primera etapa, el ensayista ilustra al lector en cuanto al tema y asunto tratados; la situación actual en la que se encuentra el asunto tratado; la orientación y finalidades específicas de su producción escrita; los aportes dados por otros ensayistas sobre el particular; la importancia del tema; en fin, todo lo que ilustre al lector y disponga su ánimo para una interpretación cabal.
Exposición: Constituye la parte esencial del ensayo, pues en ella el ensayista entra de lleno a tratar el asunto propuesto con todo cuidado, analizando, comparando, escudriñando, criticando, relacionando sus apreciaciones con otras ya establecidas, de modo tal que todo se estructure sobre la base de sus personales y subjetivos puntos de vista en relación con el tema desarrollado.
Cierre: Finalmente, recorrido el camino de la exposición, el ensayista llega a la enunciación de sus particulares conclusiones sobre el asunto tratado, interesando al lector para que a la vez haga sus apreciaciones personales, prolongando y difundiendo así la cultura en forma noble, eficaz y amena.
Ante esta dinámica y las características anteriormente expuestas, es innegable que el ensayo es un género literario que promueve la libertad de pensamiento porque se configura a partir de la subjetividad de quien escribe. Por ello, su forma y su extensión son abiertas.